Cuando vemos la verdadera realidad de la vida simplemente nos da pena y asco. Tanto dinero que hay y millones de niños muriendo de inanición a nivel mundial, un ejemplo como en áfrica. Donde millones de personas se aprovechan del miedo para hacer de este una calidad de vida y mejorar su economía y al mismo tiempo donde el sacrificio y la muerte son una base para la libertad de millones en este planeta poniendo el ejemplo de muchos países que pueden conocer sin que o los nombre.
Mientras muchas personas sufren una pesadilla, otras más pequeñas viven de gastar miles y miles de dólares en unos simples y asquerosos zapatos y mientras muchos ancianos necesitan medicamentos y necesitan cuidado, un pequeño grupo de asquerosos empresarios millonarios, gastan su tiempo, su dinero y su valiosísimo tiempo en crear un asqueroso papel higiénico de oro puro para que alguien de la misma clase social se digne a comprarlo y limpiarse su asqueroso trasero. ¿Es esto justo?
También es triste que veamos a las personas ser controladas por simples propagandas, vemos como otras personas se dejan controlar por personas propagandas…. Este no es más que un mundo espejo, que le gusta imitar aunque sea un 5 por ciento de lo que le rodea, cosas así como lo que es la moda, y mientras tanto los valores como lo que es cenar juntos en familia se han ido perdiendo a lo largo del tiempo.
Muchas personas se quejan de que vivimos en un mundo contaminado, pero puedo apostar que son incapaces de que mover un dedo para limpiar un poco, y que si mueven montañas de arena para dañar y destrozar nuestro ambiente, como lo que es nuestra salud.
Padres prefieren obsequiarles regalos a sus hijos y dejar de compartir con ellos que entregarles las cosas más importantes lo que son: El amor, el cariño, y el apoyo moral.
Pero lo único que está en nuestras manos, es valorar lo mucho o lo poco que tenemos porque no sabemos en qué momento lo podremos perder mientras transcurre el tiempo y nuestro deber como padres o futuros padres es inculcarle nuestras mayores virtudes a nuestros hijos o futuros, para que así poco a poco construyendo una mejor sociedad que la que tenemos hoy en día.
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