De alguna y extraña manera al hablarle me hace muy feliz, pero me pregunto, si ella al halarme es feliz. Me gusta molestarla y me gusta su forma en como se molesta, pero a la vez me gusta hacerla sentir bien y que ella me lo agradezca, su forma de pensar es realmente única, mujeres como ella hoy en día poco hay y eso tengo que valorarlo mucho, con el pasar de los días, es como si mi mundo hubiese dado vueltas, sus hermosos ojos, que son tan delicados como los de un ángel, su tono al hablar, su hermoso color de piel. Ella es como una flor.
De tan solo pensar en su sonrisa, o Dios de tan solo verla sonreír me lleva al cielo, tanto así que hago estupideces para verla sonreír... aunque a veces también me duele verla sonreír en momentos difíciles, porque trata de ocultar sus verdaderos sentimientos... Soy un real tonto.
Al verla es como ver el alba desde la azotea de mi casa, que desgracia que tan solo seamos amigos, muchas veces es difícil, para mi, no acercarme a ella y decirle lo hermosa que es, quizá ya ella sepa lo que siento por ella, quizás no, antes pensaba que era atracción pero ahora se realmente lo que siento, antes me gustaba y no quería aceptarlo, finalmente deje el egoísmo y lo acepte.
Cuando la veo partir es como observar la puesta del gran astro rey y su ausencia es como ver un cielo azul sin las colosales nubes que lo adornan. Aunque en este momento no puedo hacer nada a ella le gusta otro muchacho, describiéndolo... el es un muchacho alto, de cuerpo definido y tiene una apariencia que para muchas mujeres parece atractiva. Pero bueno, ¿que se hace? Son cosas de la vida. Y sin embargo, con todo y eso, a ella no puedo sacármela de la mente, cada vez que paso por un mal momento, solo pienso en ella y simplemente se me olvida todo lo malo. Me encanta su hermoso cabello claro, ella es una mujer que me ha conmovido mucho.
Realmente es una de las señoritas mas hermosas que he conocido de hecho, es como si ella perteneciera a los altos y yo a los bajos, es una persona que me hace pensar mucho en mi futuro, que me hace luchar mas por mi vida. Me gusta apoyarla en sus proyectos, y me gustan mucho sus expectativas de la vida, es toda una luchadora como un tigre pero es tan frágil como un vaso de cristal agrietado.
Cuanto me gustaría acercarme a ella y decirle al oído "Aquí estoy para protegerte", aunque, solo Dios decidirá lo que pase en el camino y el tiempo y el universo conspiren ante ello.
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